Cultura Anime: Yokai de la Semana: Dorotabo

Un Yokai con un pasado muy enlodado. 

Dorotabo:

Que se puede traducir cómo: "hombre del arrozal"; "Hombre de barro" 

Altura: entre 160 a 180 cm

Peso: variable

Locomoción: Bípedo

Características distintivas: compuesto íntegramente de barro. Olor corporal rancio y pantanoso, color marrón oscuro a negro. Una apariencia generalmente abultada, tiene tres dedos en cada mano. 

Armas ofensivas: Lloriqueos interminables, gritos y gemidos. 

Debilidades: Las sequías; los herederos perezosos

Abundancia: no muy prevalente

Habitat: Arrozales


Sobre el:

Generalmente representado como un torso humanoide que emerge, parecido a una ameba, de un arrozal empapado, se cree que el Dorotabo es capaz de realizar una locomoción bípeda en tierra cuando hace un clima lo suficientemente húmedo. Cuando está húmedo, Los campos de arroz son esencialmente pantanos poco profundos llenos de todo tipo de serpientes, ranas, insectos y otros bichos espeluznantes, y se dice que este yokai posee un color oscuro y un olor corporal almizclado y turbio que recuerda a los campos de arroz de donde proviene.


 Cuando surge, su apariencia es de la de un hombre de barro sin pelo, como un golem con un solo ojo en la mitad de su frente, y suele aparecer espontáneamente en los campos de arroz a altas horas de la noche, gimiendo y gritando por lo que este yokai es a menudo más escuchado que visto, sobre todo por que es un tipo de monstruo esencialmente rural. Aunque superficialmente simple, el Dorotabo es en realidad uno de los yokai más metafóricos.

Según algunos cuentos, representa el espíritu de un viejo granjero trabajador que se afanó por convertir una humilde parcela de tierra en un productivo campo de arroz. A pesar de los años dedicados a mantener a su familia y sus esperanzas de proporcionar un activo a sus herederos, a su muerte, su hijo disoluto sin tan siquiera mirar atrás, vendió la amada parcela de tierra para pagar mujeres, vino y canciones. Este yokai le da un giro literal a la frase "revolcándose en su tumba" ya que el alma difunta regresa al campo de arroz que había creado con su propia sangre, sudor y lágrimas, reducido a gemidos y lamentos para expresar su eterna decepción por la suerte tan desdichada que la vida le dio.


Otros describen el Dorotabo como el espíritu de un granjero engañado y despojado de su tierra, así que regresó de la tumba para perseguir y hostigar a sus nuevos dueños aunque sea con sustos. Aún otras teorías sostienen que es un juego de palabras basado en el concepto de entregarse a los vicios personales de uno.

Temporada de fantasmas:



Las descripciones de este yokai son escasas, lo que dificulta precisar cuándo se manifiesta con más frecuencia. Sin embargo, el análisis de la ilustración de la criatura de Sekien Toriyama (al inicio de este artículo) nos da una pista.  El campo está obviamente húmedo, pero no hay señales de brotes de arroz en el todavía o en el arrozal que lo adjunto. Los arrozales generalmente se cultivan a principios de la primavera, luego se inundan y se dejan reposar durante un período antes de plantar las semillas de arroz. Las fechas específicas varían según el clima de una región determinada, pero si esta ilustración es una guía, lo más probable es que el Dorotabo aparezca en el período posterior a la inundación de un arrozal, pero antes de plantar las plántulas.


 ¡El ataque!:


Cuando aparece el Dorotabo por la noche, "cantando" (tal vez llorar sería un término mejor): "¡Devuélveme mi campo! ¡Devuelve mi campo!" una y otra vez hasta el amanecer. No se tienen registros de que el Dorotabo intente atacar físicamente a los seres humanos, pero esto solo es un pequeño consuelo para quienes son abordados por sus gritos quejumbrosos y sin fin.


Es muy poco probable que este yokai hiciera esto pero de que da miedo, da
miedo.

 Sobrevivir a un encuentro:


 Sabiendo que el Dorotabo rara vez, si es que alguna vez, interactúa con los humanos, es posible que te sientas tentado a salir al arrozal y golpearle la cabeza con una pala, pero la violencia es una causa perdida.  Es un hombre de barro y, por lo tanto, más que capaz de reconstituirse.  Lo único en peligro a un ataque del Dorotabo es una noche de buen y apacible sueño. Así que mejor Invierte en un par de tapones para los oídos. Haz tu dormitorio a prueba ruido. O mejor aún, ¡Haz un lado los placeres mundanos  y comienza a trabajar esos campos, muchacho!


Portada de la edición del 2005 del mencionado
libro sobre Yokai

El Dorotabo hizo su primera aparición en el libro del siglo XVIII de Sekien Toriyama, Konjaku Hyakki Shui (“Cuentos de monstruos de ahora y entonces”). Aunque posiblemente se basa en cuentos populares o historias del norte de Japón, pero también es probable que sea un personaje de su propia creación.



El Sr. Sekien pretendía que el
Dorotabo fuera una metáfora tonta de los "barrios de placer" (burdeles) de Yoshiwara ubicados al norte del castillo de Edo en el siglo XVIII, en una frase como: "dorota wo bo de utsu", literalmente, "pegar un palo en el arrozal "- se usaba como jerga para las relaciones sexuales en aquellos días.



Muchas gracias por leer.


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